viernes, 15 de mayo de 2009

La antigua mina


Yo vine a este colegio hace ya mucho tiempo, estuve y aprendí en esta localización, observando cada objeto o cosa que había en mí alrededor.

Entre muchas de las cosas que vi y recuerdo, la que más me impresionó, fue el agujero subterráneo ubicado en la plazoleta de las afueras del colegio.

Me acuerdo que cuando era pequeño, lo contemplaba con admiración, siempre estaba abierto, dentro del cual había agua y procedente de esta cueva oscura y fría, un olor de humedad algo desagradable. Hasta que un día me encontré con una monja, en aquellos momentos bastante joven, que me contó que aquello no era un agujero sino una mina de oro, con maravillosos tesoros brillantes y magníficos.

Una mina de oro que hace tan solo 50 años, era la más grande del mundo. En esta mina se encontraban los mayores excavadores y buscadores de tesoros del mundo. Esta mina, era como un iceberg, desde fuera: pequeña, oscura, fría, tenebrosa y tétrica; pero en su interior, era grandiosa, llena de fuerza, de vida y de gloria.

Desde ese día, lo miré con ojos renovados, no como un agujero angustioso y maloliente, sino como un abertura con miles de trampas, viejo y descuidado, como si fuese una boca de lobo, en el que en su interior se encontraba una esplendida fortuna. Pero la historia no acababa allí, había una parte triste, que me contó al día siguiente:

Esta era la mina más conocida de la parte mediterránea de Europa, pero hubo un problema, un gran problema, se intentó cavar hasta lugares recónditos de bajo tierra, provocando un derrumbamiento de la plataforma minera, reventándose así, cañerías de los alrededores.

Provocando, que esa mina hermosa, se transformase en un simple agujero lleno de agua maloliente y víctimas inocentes.

Lo observé, día tras día, ese agujero, esa mina, hasta que un día se obstruyó; la misma monja que me contó la fantástica historia, lo cerró, diciéndome como última frase.

Ahora que ya sabes la historia, esta tiene que estar segura.

Mi sueño se desvaneció como la pólvora de una bomba. Ahora, ya mayor, lo contemplo como una cerradura oxidada, en la que dentro de ella proviene un olor a agua muerta.

1 comentario:

  1. Me parece que está muy bien estructurada, a demás de estar bien escrita. Los adjetivos que utiliza para la mina, están muy bien empleados, es una historia, en la que además de gracias a la foto puedes estar perfectamente dentro de ella. Es un texto claro en que no se extiende mucho, es breve pero entendible. Me ha gustado bastante, sobre todo las metáforas utilizadas y los detalles.

    Saludos
    Laura Garde

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