viernes, 15 de mayo de 2009

CULPABLE




CULPABLE
Día 7 de abril del año 1927, Vallvidrera.
Ya iniciada la construcción del colegio Montserrat, escuela femenina, los paletas siguen el proceso indicado. Nos situamos concretamente en la segunda planta, el suelo de cemento ya está colocado, lo único que falta son las baldosas, de un color carne/rojo pálido, y quedará perfecto. Además, las paredes ya están puestas, por lo que no es un trabajo costoso puestos al sol en el que sudarán; Es sencillamente, cemento-baldosa cemento-baldosa cemento-baldosa. Solo eso, y por fin... su trabajo habrá finalizado. Lo demás ya sería trabajo de los pintores, los diseñadores y ves a saber quien más.
No vamos a hacerte leer todo el proceso de cemento-baldosa, pero, cuando estaban a punto de acabar, colocando ya las últimas baldosas, un grupo de paletas se separó del resto y se puso a recoger el material. En la última aula, estaban todas las herramientas que habían utilizado para rascar, y un paleta entró para guardarlas.
Cuando consiguió meterlas todas en el saco, notó que este pesaba demasiado, y antes de que pudiera reaccionar, la bolsa se rompió, y todas las herramientas cayeron de nuevo al suelo. El hombre lo único que temió en ese momento es que alguna hubiera caído de punta y hubiera estropeado alguna baldosa; si era así, deberían volver a empezar desde allí, sacar todas las baldosas que habían puesto en esa zona, comprar nuevas y colocarlas otra vez.
Lo peor había ocurrido. Una decapación había surgido del más allá, y allí se encontraba, en una baldosa, casi pegada a la pared. La había fastidiado. ¿Y ahora que iba a hacer? De repente se le ocurrió lo que podía ser su salvación: Había una estantería en el pasillo que tenía que entrarse a aquella misma aula. Así pues, salió, entró la estantería a rastras, y la puso de manera que tapaba la descapa. No estaba completamente tocando la esquina (dado que si no no tapaba el desarreglo) pero podía pasar desapercibido ese detalle.
Día 15 de septiembre del año 1928, inauguración de la escuela.
Las jóvenes que ya se habían despedido de sus familias, subieron a echar un vistazo a lo que era desde ese momento, su nuevo hogar. Algunas se conocían, otras no reconocían ni una sola cara. Una de ellas subió al segundo piso, debía tener unos 14 años. Observó. Era una aula de estudio, y había una estantería muy bonita y grande, pero vio que no estaba del todo enganchada a la esquina de la pared; la empujó con la espalda hacia atrás, con todas las fuerzas que tenía; por fin lo consiguió. Se la miró; estaba satisfecha de su acto, pero entonces vio que abajo, a sus pies, había una descapa. ¡Que horror! ¡Era el primer día que pasaba allí y ya había causado un destrozo! No se atrevió a decirlo, por lo que colocó una papelera que había metros mas allá encima de esa baldosa.
Día 29 de abril del año 1950, la papelera nunca se ha movido de allí.
La escuela ya es también para chicos, aunque no hay muchos. Unos pocos de ellos, se dirigen a la aula del segundo piso, la que está mas lejos. Uno persigue al otro, están jugando. Pero el perseguido es muy rápido, por lo que el perseguidor decide lanzarle algo que pueda obstaculizar su huída; finalmente, opta por la papelera que hay al lado de una estantería. Le da una patada, y consigue lo que quería; pero baja la vista. ¡Acababa de descapar una baldosa! No se había dado cuenta, lo debía haber hecho con el metal de la papelera. Los dos muchachos no sabían que hacer. Así que volvieron a poner la papelera en su sitio. Se dice que se sintieron culpables durante toda su vida.
Día 8 de octubre del año 1988, la papelera sigue en su sitio.
La señora de la limpieza entra en el aula del fondo del segundo piso; por fin, esa es la última clase que le queda por limpiar, está cabreada, así que lo hace todo de mala gana. Cuando intenta coger la bolsa de basura del interior de la papelera, se le cae todo por los suelos. Lo barre de mala gana, con brusquedad. Cuando acaba, se da cuenta de algo... ¡Había descapado una baldosa!! Lo debía haber hecho cuando restregó el recogedor... No quiso decir nada; solo colocó la papelera en su sitio.
Día 10 de mayo del año 2009.
Esto se ha convertido en el aula de 4 de la ESO, y los alumnos entran; vuelven de educación física. Alguien chuta la papelera, ves a saber el porque, y se descubre la descapa. No le dan la mas mínima importancia. Eso debía estar allí desde hace ya mucho tiempo...


-Y pensar todas las personas que creyeron haber descapado la baldosa...- dijo Juan dirigiéndose a su hijo- cuando en realidad fue tu tatarabuelo quien lo hizo en la fábrica, antes de que se metieran en cajas para llevarlas a la construcción...

1 comentario:

  1. A simple vista me ha supuesto, sinceramente, un trabajo el tener que leérmelo ya que era muy largo y por otra parte la letra era demasiado pequeña y me lo dificultaba a la hora de leerlo, por lo que he tenido que copiarlo en un Word y aumentarme la letra para poderlo leer con más facilidad.

    A todo esto mientras me lo iba leyendo cada vez me intrigaba mas, el porqué de cómo pasa esa escapada ya se dice al principio, y es como una redacción de lo que va pasando con la causa de ese hecho, ya que quien lo hizo nunca llego a admitirlo y mediante el transcurso de los años la gente accidentalmente se dan cuenta de dicha escapada y creen habido ser ellos y en todas las ocasiones el presunto cometedor se escabulle de manera disimulada hasta que en la actualidad los que actualmente convivimos en esta clase ni nos damos cuenta y nos es indiferente como haya sucedido.
    Es una historia muy original y a primera impresión suele parecer pesada leerla pero se lee rápido y como también trata de nosotros y en cierto modo aparecemos, es interesante.

    Me ha gustado mucho y ahora que lo pienso… esta escapada que hay en nuestra clase, ¿cómo habrá sucedido? Aún así esta versión es creíble todo y que nosotros no hemos vivido en aquella época, por el fragmento del final de que el padre le explica a su hijo.

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