viernes, 15 de mayo de 2009

EL JOVEN MISTERIOSO

Esta es la barandilla que hay en las ya viejas escaleras de metal que se utilizan para acceder al aula de tecnología del profesor Juan Linares en el colegio Montserrat de Vallvidrera. Un día que bajaba a una clase, si, lo recuerdo muy bien porque hacía un tiempo de perros, todo el cielo estaba cubierto negras nubes como el carbón y llovía tanto… no os lo podéis llegar a imaginar, las escaleras parecían el río Nilo, y los rayos que centelleaban en el cielo como brillantes rayos de luz portadores de gran energía eléctrica y seguidos por tal estruendo que retumbaba todo el suelo. La clase de aquel día se nos hizo eterna y aparte de los ruidos habían goteras, si, si, goteras que nos mojaban las mesas donde trabajábamos nerviosos por el mal tiempo cuando llegó la hora, todos estábamos ansiosos por volver a una clase donde poder estar calentitos, ya que con la humedad que había allí, no se estaba muy cómodo. Todos salieron corriendo y me tocó a mí recoger la clase al acabar yo también quise irme corriendo pero cuando salí, me di cuenta de que había un chico bajito con una gabardina negra y encapuchado. Al verme, se dio la vuelta y desapareció dejando esta marca que produjo con el rozamiento de su dedo el metal. Decidí callarme y no decírselo a nadie, ya que suponía que me iban a tomar por un loco.

1 comentario:

  1. La historia me ha gustado mucho, sobretodo el final. Creo que es un final sorprendente. Pero creo que esta mal puntuado ya que en algunas frases falta una coma o algún punto. También hay alguna expresión que no entiendo como : "hacia un tiempo de perros". Pero en general me ha gustado mucho.
    TONI JULIACHS

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