
Hace muchos años el colegio no era como lo conocemos ahora, era un colegio especial, un colegio para los hijos de presidentes, famosos, diputados, reyes…. Un colegio que pasaba desapercibido pero que tenía la mejor educación del mundo. Nadie sabía donde se localizaban ni los propios alumnos ya que se les llevaba en autocar y cuando se acercaban al destino bloqueaban las ventanas con persianas negras. Lentamente la existencia de este colegio se fue difundiendo por el mundo y más y más personas se fueron interesando por él.
Un sábado por la mañana se imprimió la Vanguardia, con un mensaje que revolucionó al periódico. Tenían una entrevista con un alumno expulsado del colegio, un alumno indignado y muy enfadado, preparado para revelar todo lo que sabía sobre el colegio. Rodrigo, que era hijo de un diputado fue secuestrado pocos días después de la entrevista.
Pasaron dos años durante los cuales no se supo nada sobre Rodrigo. Él nunca había sido secuestrado era todo una mentira estaba integrado en una banda delincuente. Rodrigo sabía que iba a ser expulsado por su comportamiento y lo único que se le daba bien era la informática, era un crac completo. Lo sabía hacer todo jaquear modificando sus notas, destrozar archivos significativos para el colegio, entrar en el servidor de la NASA, todo que te podías imaginar con un ordenador, lo hacia él. Durante su estada en el colegio había preparado un sistema por los cables del colegio que controlaba todas las puertas del colegio, solo cortando un cable que había instalado en la misa ya que era el sitio más silencioso y remoto en el colegio. La banda había estado planeando el secuestro de todos los alumnos del colegio mediante el sistema de Rodrigo. Tardaron un año en encontrar el colegio y otro más para planear el secuestro detalladamente.
Decidieron adelantar el secuestro y hacerlo esa misma tarde. Entraron sigilosamente al colegio mientras todos estaban en clase. Cada hombre vigilaba una puerta, Rodrigo era el encargado de cortar el cable que el mismo había instalado y encerrar a los alumnos. Rodrigo entró corriendo a misa. Su cabeza daba vueltas todo había sido demasiado rápido. Miró a sus manos aun tenía aun tenía sangre de aquel pobre hombre empezó a temblar, él no era un asesino, no lo era. La luz entraba por las ventanas coloridas e iluminaba el altar. Estaba hipnotizado por esa luz. Sintió algo mágico dentro de él. Lentamente callo delante del altar y se puso a llorar pidiendo ayuda.
Nunca se supo que pasó exactamente, pero algo misterioso paso en ese momento porque no se realizó el secuestro. Algo le ocurrió a Rodrigo ya que no fue capaz de acabar la misión. Los bandidos fueron atrapados y encerrados. Rodrigo volvió a desaparecer pero esta vez para siempre.
En la misa aún siguen esos cables destapados listos para cortar, pero nadie los ha vuelto a tocar ya que nadie sabe cuál es el cable indicado. Esta leyenda lentamente fue olvidada. Pero si entras a misa a la misma hora que Rodrigo la luz que entra es mágica de miles de colores.
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ResponderEliminarHola Emma!
ResponderEliminarHe leído tu historia, y me ha gustado Mucho! Lo digo enserio, aunque no he leído ninguna otra, creo que esta será una de las mejores. El tipo de narración me ha hecho meterme en la historia, además creo que es muy real (mañana me fijaré haber si veo el cable). El final me ha sorprendido mucho y me ha dejado muy intrigada!! Enhorabuena =)
Besos :)
_alba